La mañana del martes 26, la comunidad de La Yaguiza, en San Francisco de Macorís, se vio conmovida por un trágico accidente en el que una madre y su hija de apenas dos años perdieron la vida al ser atropelladas por un gredar en plena operación. Las víctimas, Leydy Mercedes y su pequeña hija Mayelin Mercedes, fallecieron de manera instantánea cuando el conductor de la maquinaria, al realizar maniobras en reversa, no advirtió la presencia de las mujeres.
Según informes preliminares, el vehículo, que estaba llevando a cabo trabajos en la zona, carecía de retrovisores y señalización adecuada, lo que complicó la visibilidad del conductor y contribuyó a la fatalidad del accidente. Testigos afirman que las víctimas se desplazaban en una pasola cuando fueron embestidas por la maquinaria pesada, un hecho que ha generado una ola de indignación entre los familiares y la comunidad.
El conductor, identificado como Roberto Coronado Hernández, se entregó a las autoridades tras el incidente y expresó su profundo dolor por lo sucedido. Según su versión, nunca percibió a las víctimas detrás del vehículo. Sin embargo, los familiares de las víctimas exigen que se tomen medidas más estrictas para regular el uso de maquinaria pesada en áreas pobladas. En este caso, señalaron la falta de protocolos de seguridad y de personal encargado de dirigir el tránsito mientras se realizaban los trabajos en la vía.

La tragedia ha dejado una profunda huella en la comunidad, que clama justicia y la implementación de medidas preventivas para evitar futuros accidentes. La familia de Leydy y Mayelin, quienes estaban realizando un desplazamiento habitual por la zona, exige a las autoridades una investigación exhaustiva y la aplicación de la ley a los responsables del accidente.
Con este trágico suceso, se reabre el debate sobre la seguridad vial y la supervisión de obras públicas, con la esperanza de que las autoridades y las empresas encargadas de los trabajos tomen acciones que eviten más pérdidas irreparables.
Este lamentable accidente ha sido un fuerte recordatorio de la importancia de la responsabilidad y el cuidado en la manipulación de maquinaria pesada en zonas donde transitan vehículos y personas, especialmente en áreas residenciales.